Prepárate para un capítulo donde exploraremos la decadencia del ser humano en sus tres más grandes expresiones: la degradación del cuerpo físico, de la mente y de la espiritualidad misma. Esta es la propuesta del director David Cronenberg, maestro del Body Horror. Dedicaremos este episodio a su trayectoria.
David Cronenberg
Conocido como el rey del horror venéreo, es un director de cine canadiense, nacido el 15 de marzo de 1943. Es uno de los precursores de lo que hoy en día se conoce como Body Horror, género en el cual explora la transformación o deformación del cuerpo humano. Normalmente, en las películas de horror, el peligro asecha desde afuera, pero con Cronenberg, el horror viene desde el interior, está fascinado con la traición del cuerpo, por la idea de que tenemos cosas que no controlamos.
En sus cintas te transmite una preocupación que antes no tenías en tu mente. Tienes que ser fuerte de estómago para ver sus películas. La idea de Cronenberg en sus filmes es explorar entre dos planos, lo real y lo irreal.
“Todos somos unos científicos locos y la vida es nuestro laboratorio”, –David Cronenberg.
Su obsesión con la decadencia del ser humano en sus tres más grandes expresiones son lo que lo han separado del resto: la degradación del cuerpo físico, de la mente y de la espiritualidad misma.
Cronenberg se considera ateo y está desinteresado por completo en el área paranormal. Por lo tanto, sus películas no incluyen temas relacionados con demonios o fantasmas, sino que están enlazados a la ciencia y tecnología con un twist perverso.
Una cosa que logra de manera increíble es la manipulación de la audiencia al mostrarle cosas terribles y al mismo tiempo generarle gratificación por lo que está viendo. En una película que solo pone gore, tiendes a querer voltear o sentir disgusto, asco; acá, también tienes curiosidad, te atrapa y quieres ver más. Esto plantea que hay una historia muy bien anclada y no es únicamente un beneficio de shock visual.
Inicios
Desde pequeño sus padres lo inculcaron con el arte, pero antes de dedicarse al cine se formó como científico y quería convertirse en entomólogo, ciencia que estudia a los insectos, mismos que desde niño le gustaban mucho y escribía historias de terror gore inspiradas en batallas entre insectos en su patio.
Ingresó a la universidad de Toronto para estudiar una licenciatura en ciencias, pero cambió a literatura. En este tiempo fue cautivado por el séptimo arte y se convenció de que él podía filmar, iniciando sus cortometrajes experimentales: “Transfer”, “Stereo” y “Crime Of The Future”.
Ese primer conjunto de cortos fue apoyado por el gobierno de Canadá y venía con la promesa de un libro que nunca se escribió. El foco de los cortos era la ciencia ficción, la tecnología y comportamiento transgresivo como la omnisexualidad. Ese es un término creado por él mismo para explicar la flexibilidad de la sexualidad humana, un tema que ha prevalecido en su obra de diferentes formas.
Shivers, (1975)
Su primer largometraje, aborda a un grupo de personas que terminan envueltos en una orgía infecciosa al succionar sangre.
Rabid, (1977)
Continuó con infecciones venéreas donde personas tipo zombis esparcían la muerte por todos lados.
Fast Company, (1979)
Es difícil creer que sea de Cronenberg.
The Brood, (1979)
Esta película fue muy personal. Su primera esposa, Margaret Hindson, y Cronenberg tuvieron un divorcio difícil, en parte porque Margarent se dejó llevar, cayó en un culto de psicoterapia y, comparado a otras de sus películas, “The Brood” refleja sus deseos más sinceros y vengativos.
En la película, Nola, una figura monstruosa que vendría representando a Margaret, se transforma en una matriarca asexual que genera monstruos gracias a una ciencia basura llamada Psicoplásmicos. Así, ella, asexualmente, produce estos monstruos e infecta con ellos a su hijo verdadero, el cual manifiesta la enfermedad con un trauma mental.
Estas películas tienen un toque estilo B-Movie debido a su bajo presupuesto. Inició la década de los 80 con “Scanners”, donde siguió con el tema de la explotación de la mente y, además, generó una de las escenas más impresionantes en el cine de horror: la explosión de una cabeza.
Estas cintas le valieron el estatus del maestro del body horror.
Debido a lo visual, grotesco y violento que son sus filmes, se negaba a trabajar con las grandes productoras de Hollywood. La mayor parte de sus películas fueron realizadas en su natal Canadá, para tener su control creativo.
En 1983 con “Videodrome”, el director encontró un nuevo camino para el horror: la tecnología. Adelantada a su época, ya que profetiza lo que hoy en día sucede con la tecnología y las redes sociales. Es una película donde la tecnología parecía tener vida, por ejemplo, una TV que palpita y videocasetes que respiran, pantallas que parecen vivas y una pistola que se fusiona con la mano del protagonista.
Se dice que esta película profetizó lo que hoy conocemos como la “Deep Web” e inspiró a otros directores, especialmente japoneses, con películas de body horror y tecnológico (Tetsuo y Ringou).
Uno de los conceptos que explora la película es entender si la realidad es lo que vemos o un constructo que depende de las capacidades del cerebro. La realidad es una alucinación y puede ser la perdición cuando nuestro cerebro decae.
También fue el primer fracaso de Cronenberg, sin embargo, se le dio la oportunidad de dirigir una adaptación de Stephen King, “Dead Zone” en 1983 y un remake de los años 50.
Éxito comercial, “Dead Zone” y “The Fly”
Las transformaciones de Cronenberg representan los niveles más oscuros del ser humano. Por ejemplo, en “The Fly” de 1986, el personaje principal, Seth Brundle, está obsesionado en crear un dispositivo para teletransportarse, el cual le producirá una transformación en el cuerpo y descompone la relación que mantiene con la periodista Verónica Quaife. La transformación física del protagonista es un ejemplo de llevar lo irreal a lo visual.
Está muy kafkiano, son increíbles los efectos especiales y cómo uno se envuelve emocionalmente con ellos mientras el tren viene a estrellarse de frente.
La humanización de lo inhumano juega un rol muy importante e, incluso, cuestiona hasta dónde puede llegar la ilusión de supervivencia, de mantenerte vivo, de conocer más.
En esta época estaba el auge de la enfermedad del SIDA y acabó con la vida de miles de personas.
Inicio del cambio
Con la cinta “Dead Ringers” (1988), Cronenberg cambió su forma de realizar películas, pues se alejó del body horror y empezó a ejecutar un cine más artístico y serio, pero manteniendo ciertas escenas desagradables a la vista del espectador.
Con la adaptación de la novela de Wiliamm Burroughs, “Naked Lunch” en 1991, mantiene el elemento visual y grotesco, sin embargo, ahora en forma de alucinaciones, ya no es en el plano real.
El proyecto tenía la etiqueta de ser imposible de filmar. Cronenberg nos entregó una joya.
“Crash”, el fetiche del placer ante un choque de auto
Una película altamente intrigante, continúa con la fluidez sexual de los humanos y su capacidad de ejecutar tareas con alta precisión, muestra la línea entre la vida y la muerte.
Continuando con su filmografía, pagó el precio de su independencia en “ExistenZ”, (1999). Esta cinta tiene tintes parecidos a “Videodrome”. Luego vino “Spider” en el 2002, las cuales no lograron nada.
Hasta el 2005 “A History Of Violence” logró reinventar su carrera. Exploró el drama. “Eastern Promises” en el 2007 fue otro ejemplo de la violencia y sus consecuencias.
La escena de Vigo Mortensen en el baño, la pelea de un sujeto desnudo… Como espectador te transmite vulnerabilidad primitiva.
En la última década regresó a sus inicios literarios, publicó una novela llamada “Consumed” que incluye los temas del body horror, sexo y locura. Además, ha dicho que quizá vaya a ser adaptada en Netflix. En una entrevista comentó que ya no estaba tan interesado en hacer películas de horror porque perdió el efecto de “liberación” que existía durante los 70 y 80. Mencionó que, desde su perspectiva, evolucionó muy poco el género y no veía originalidad en los proyectos que le ofrecían.
Créditos:
Radio Horror es producido por Caro Arriaga y Rael Aguilar.
Edición por Matías Beltrando desde Destek Soporte.
Música:
Closing Theme Hounds of Love por Dan Luscombe (Intro)
Insiders por Joe Crotty (Intro)
Patchwork por Patchworker f.k.a. [friendzoned] (Spoilers)
Nightlong por FSM Team (Outro)